Imagina que te encuentras en un bosque cubierto de nieve, es invierno y en medio del paisaje, ves a una familia de monos disfrutando y relajándose de un baño caliente. Bien, no hace falta que te lo imagines porque es el paisaje y escena que podrás encontrar en el conocido como Parque de los Monos de Jigokudani, en pleno corazón de los Alpes Japoneses y en la prefectura de Nagano.
Durante el invierno, el valle de Jigokudani, que significa "Valle del Infierno" por su terreno rocoso y manantiales, se cubre de una densa capa de nieve. En la década de 1960, un mono descubrió por casualidad que las aguas termales, conocidas como onsen, eran perfectas para refugiarse del frío y otros miembros de la manada lo imitaron; un fotógrafo local que pasaba por allí, logró capturar la escena, inmortalizando el momento. Al final, lo que empezó como una adaptación al frío, se convirtió en una rutina cada invierno. Hoy en día, los monos siguen acudiendo al manantial ya no solo para calentarse, sino también para socializar y relajarse.
Visitar el Parque de los Monos de Jigokudani es, sin duda, una experiencia inolvidable, aunque hay una serie de cuestiones que debes de tener en cuenta. El mejor momento para ver a los monos en el onsen es entre los meses de diciembre y marzo, cuando la nieve y las bajas temperaturas obligan a los monos a buscar refugio en las aguas termales; si vas en otra época del año, podrás seguir viendo a los monos pero es menos probable que estén en las aguas termales.
Recuerda que estás visitando un hábitat natural, el parque no tiene vallas y los monos son libres de moverse, por lo que debes de respetar algunas reglas básicas, como no tocar a los monos y mantener siempre una distancia prudente, no alimentarlos ya que son los cuidadores del parque quienes los alimentan y no utilizar flash a la hora de realizar fotografías.
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